martes, 5 de febrero de 2013

LA VALL D´ARAN

A uno, que no es muy de fronteras, nacionalidades e incluso regionalismos, le resulta sorprendente la existencia de un valle peculiármente singular en cuanto a cultura, lengua y organización política.
Incluso, geográficamente goza de unas características muy distintas del resto de valles del Pirineo que pertenecen a la vertiente mediterránea, La Vall d'Aran disfruta de la vertiente Atlántica. Con una extensión de 620 Km2., comprende la zona del Garona y parte de las cabeceras de la Noguera Pallaresa y de la Noguera Ribagorçana. El Garona es alimentado por ríos de largas riberas y barrancos a lo largo del Valle. 
Administrativamente esta dividido en Terçons. Un Terçon es una división geográfica propia del Valle de Arán. Se ha mantenido tradicionalmente como elemento identitario y se restauró en La Val d'Aran en 1990 como circunscripción del marco electoral para el Consejo General de Arán.
Los puertos de montaña que comunicaban La Vall d'Aran con las comarcas catalanas eran inaccesibles durante el invierno y difíciles el resto del año, hasta que la carretera que pasa por el puerto de la Bonaigua (año 1924) y el túnel de Vielha (año 1948) abrieron paso al transito rodado y posibilitaron la comunicación durante todo el año.

Dia 2 de Febrero de 2013 (Beret - Montgarri)

La sección de Montaña del Stadium Casablanca. organiza todos los años y coincidiendo con la Marcha Beret de esquí de fondo, una fín de semana por La Vall D´Aran. Muchos somos los raquetistas que, aprovechando la ocasión, disfrutamos de la naturaleza paseando por nevados caminos.
Recorrido a Montgarri

Por cierto, hacía años que el blanco elemento no lucía en tal cantidad. El paisaje y la carretera están nevadísimos.
Maite entre la ventisca
El autobús, con la dificultad que el estado del piso conlleva y conducido por el experto Paco, nos sube por múltiples lazadas heladas hasta el Pla de Beret.
El tiempo es infernal: frío, nieve, ventisca.
Pero como eso del estalentamiento no es patente de nadie, nos ponemos las botas, las raquetas, estiramos los bastones y tras reunirnos en el habitual punto de encuentro de siempre, iniciamos la marcha hacia Montgarri.
Tapados hasta los ojos, seguimos a quien te precede, hay momentos que la ventisca levanta tal cantidad de nieve que la visibilidad es nula.

¿Donde está el resto?
El camino no tiene ninguna dificultad, muchos ya lo conocemos y aunque la climatología es adversa, en ningún momento nos da la sensación de  estar recorreriendo un camino no deseado.
Tan solo una zona propicia a los aludes, nos hace tomar las precauciones apropiadas para la seguridad del grupo.
Las sucesivas y fuertes nevadas de este invierno, han dejado un bello paisaje. Las ramas de los abetos soportan sobre ellas grandes cantidades de nieve. Un trineo tirado por perros nos alcanza lo que da un ambiente polar al entorno.
En perfecta formación
En perfecta formación, alrededor de treinta personas vamos marcando una huella que al regreso habrá desaparecido.
Bajo el manto de nieve, discurre una pista que abandanamos para en pronunciada bajada por un poblado bosque, llegar al refugio que se encuentra junto al Santuario de Nuestra Señora de Mongarri. 
En la margen derecha del Noguera Pallaresa, esta edificación fue construida en 1117. Consta de varios cuerpos que forman una planta cuadrada, y destaca su alto campanario, de torre octagonal con ventanas en el cuerpo superior. Es una construcción que contaba con hostal, iglesia, rectoría y administración, y corral con pajares. Los tejados de pizarra tienen una fuerte inclinación apropiada a las condiciones climáticas.

Por el bosque
En el lugar es costumbre sacar los bocadillos de la mochila y beber unas botellas de sidra al precio de un buen güisqui escoces.
También sirven caldo caliente que deben de fabricarlo artesanalmente, ya que su precio supera con creces al de las aves que presuntamente deberían de aportar sabor al deseado líquido. Resumiendo: ¡se pasan!.
Como en este refugio de montaña (¿de lujo?), las mesas están reservadas para servir a la carta, nos tomamos las mencionadas viandas en un cobertizo exterior con la celeridad que el momento y el clima exigen.
Abetos nevados
Tal y como las previsiones anunciaban, la temperatura esta descendiendo y la ventisca arreciando. Toca recoger la mochila e iniciar el regreso que prudentemente lo realizamos por el mismo recorrido.
Como decía, nuestras huellas han desaparecido y la ventisca es cada vez más fuerte.
Llegamos a la zona del Pla de Beret, la estación de esquí está parada, en la zona de aparcamiento solo queda nuestro autobús y nos aconsejan bajar lo más rápidamente posible ya que la carretera la van a cerrar.

Con Maite
Cuando ya ha llegado el último expedicionario, arrancamos por una vía de la que solo Paco adivina su trazado. Con toda la precaución del mundo y con extremada habilidad, el autobús nos deja en la puerta del que va a ser nuestro cuartel general: El Albergue Era Garona de Salardú.
Esta población está situada en la parte alta del valle: Naut Aran o Val d'Aran. En su día fue un lugar real, la Iglesia de S. Andreu de Salardu es Románico Gótica del s. XII - XIII,  cuenta con un campanario del s. XV y restos de las murallas y del castillo.
 La intentamos visitar pero se encuentra cerrada, tan solo la puerta del campanario se halla abierta.
La cerrada y nevosa noche impide contemplación alguna.
Descendemos por las calles de la población realizando demostraciones de nuestras habilidades de patinaje sobre nieve.






Noche de nieve en Salardú

Con las aranesas

El pabellón de los bomberos, que está habilitado para la competición de mañana, nos acoge de la cruda noche y probamos una cerveza artesanal del valle.
Maite y yo nos fotografiamos junto a unas preciosas niñas que ataviadas con su traje regional, nos amenizan con unas danzas aranesas.
Seguidamente nos vamos al bar  Montanha en el que encontramos al resto del personal. Como cada año que entramos en este chiringuito, damos buena cuenta de unas rondas de vino caliente. Calientes acabamos el personal que, encabezados por Luis y Felix, nos lanzamos a entonar jotas variadas.
Ya en el albergue cenamos, algunos nos pedimos "olla aranesa" y nos deja el cuerpo en condiciones de abordar la más dura de las batallas. En el bar, las petacas y dulces variados dan por concluida la jornada.
Buenas noches


Día 3 de Febrero de 2013 (Salardú - Ermita Sta. Margalida)

Recorrido a Santa Margalida
               
 La mañana es fría, en Salardú la temperatura es de -8º C, en Beret de -12ºC, que unido a la sensación  térmica que provoca el viento, hoy todavía más fuerte, nos invita a quedarnos por el valle.
Nos decidimos por subir hasta Bagergue.
Iglesia de San Feliú (Bagergue)
Este encantador pueblo, está situado a 1.419 mts. de altitud y ubicado en la Vall de l'Unhòla. Bagergue, al igual que Salardú, Unha y otros cuatro municipios, esta integrado en el Terço del Pujòlo. Destaca la Iglesia de Sant Feliu. 
Comenzamos la marcha por la mencionada vall. La senda se encuentra tapada por la nieve que las máquinas han depositado al final de la calle de una urbanización, calle esta que da acceso al sendero. Pese a estar todo semivacio, todavía parecen ser más importantes, los coches que las personas. Probamos a buscar alternativas para acceder a nuestra ruta, cosa que logramos no sin tener que cruzar un par de barrancos.La temperatura sigue baja, pero el fuerte viento borra las nubes y a lo lejos divisamos las cumbres con ventisca. Nosotros caminamos por el fondo del cerrado valle y no padecemos de ese meteoro.El camino es precioso, nos vamos turnando la cabecera ya que el primero se encarga de abrir la huella y "eso cansa". Ya cerca de Bagergue, con un cielo totalmente despejado, divisamos el Aneto que con sus 3404 m., es la cumbre del Pirineo y mítico pico deseado por los amantes de la montaña.Aparecemos en la población, justo en la puerta de San Feliú. Algunos decidimos continuar hasta la ermita de Santa Margalida, hace buena mañana y el cuerpo pide más guerra.Seguimos la huella de alguien que ha madrugado más que nosotros, hasta cerca del nuestro destino, posteriormente pisamos nieve virgen que, pese a las raquetas, llega hasta la rodilla.Subimos la loma en la que se encuentra enclavada la ermita y como aquí si que sopla el viento, descendemos con rapidez hasta Salardú.Nos cambiamos y tras comer el el Albergue, iniciamos un largo viaje de regreso a Zaragoza.



Ha sido un año más que hemos pasado por estas tierras aranesas y pese a ello, no deja de tener su atractivo. La tierra es la misma pero el paisaje cambia y los compañeros de viaje, aunque cada vez mas mayorcitos, ayudan en mucho a disfrutar de la montaña y cargados de nuevas energías, acometemos el quehacer diario con mejor temple.                                        
Por la Vall de l'Unhòla.




Aneto

 lkjkj
En Santa Margalida
















Hasta otra

Mas imágenes en el apartado: Fotos a la derecha de la página

No hay comentarios:

Publicar un comentario