lunes, 7 de octubre de 2013

TOZAL DE GUARA

 Día 5 de Octubre de 2013
             Hoy hemos quedado Maite, Piedad, Fernando Morata y yo para subir al Tozal de Guara. La palabra "tozal" cuyo origen árabe parece significar "monte bajo" no es la más adecuada para adjetivar a esta montaña con unos desniveles propios de cualquier tresmil del Pirineo.
              Camino de Huesca, amanece y al fondo se dibuja el contorno de la Sierra de Guara con nuestro objetivo sobresaliendo por encima de sus acompañantes.
            El viaje es corto, y aún más corto se hace cuando les propongo una adivinanza: Les digo que adivinen la forma que tiene el Fragineto, el Guara y el Cubillas. Tras varios intentos, Maite adivina que es la forma de un gigante durmiendo.
Descanso eterno de Guara.
              Detrás de esa imagen del gigante yaciente hay una preciosa leyenda de amor, de tiempos en los que los montes tenían los sentimientos de los humanos:
               "Cuenta la leyenda que Gabardón tenía dos hijas, Gabarda y Gabardiella. Los tres eran felices y Gabardón estaba muy orgulloso de ellas. Gabarda era la hija mayor y siempre pensaba en ir a recorrer las tierras bajas para poder ver de lejos el horizonte limpio sin montes por medio, así que se casó en las llanuras de los Monegros y allí vivió feliz.
              La hija pequeña, Gabardiella, era más revoltosa y a ella le gustaban los montes, los ríos, lagos y bosques. Un buen día conoció a Gratal y se enamoró perdidamente de él. El tiempo pasaba y Gabardiella no podía dejar de pensar en Gratal, suspiraba por él. Un día Gabardón le preguntó- ¿Qué te pasa hija mía?, -hace días que te noto ausente y entristecida,
            ––Padre, no puedo dejar de pensar en Gratal, estoy enamorada.
          ––¿En Gratal? ¡Eso es una locura! Es el pico más pobre que existe, no tiene vegetación fresca, tan solo matorrales y pedruscos. ¡No lo consentiré!
            A pesar de los esfuerzos por parte de Gabardiella para convencer a su padre de la unión con Gratal, no hubo nada que hacer. Gabardiella se quedó triste y desolada, y Gratal, que no podía controlar sus sentimientos, hizo todo lo posible por que Gabardón aceptara su unión, sin conseguirlo.
            Así que juntos decidieron huir en una tarde de tormenta mientras las montañas se dedicaban a fabricar sus truenos. Atravesaron riadas y dificultades pero la fuerza del amor era más fuerte.
              Gabardón, como ya era viejo, pidió ayuda a su amigo Guara que era un gran gigante, y tales fueron las voces que dio llamando a los amantes que los montes del Pirineo miraban compungidos, sin atreverse a decir nada. Cuando los encontró les pegó un fuerte manotazo haciendo que se cayeran por tierra, cogió un tajo de su clava y partió la montaña en dos, dando lugar al Flumen que empezó a correr.
            A partir de ese momento Gabardiella y Gratal quedaron separados para siempre, hundiendo sus corazones en un mar de dolor.
              Gratal, que aunque no muy grande, si era decidido y tenía dignidad, decidió vengar su dolor y una noche cuando el gran gigantón de Guara descansaba, le dio un golpe mortal. Los terribles gritos de Guara no suscitaron ningún efecto, ya que murió y quedó tumbado para siempre".

              Nosotros, que no somos leyenda, a lo nuestro. Antes de llegar a Aguas, tomamos el camino que nos lleva a la Tejería, pues es la del barranco de Calcón, la ruta que queremos seguir. Antes de llegar, en la Casa del Estebañón, varios coches y un cartel, avisan de que hay una batida de caza. Les preguntamos la zona que van a batir y, afortunadamente, no coincide con nuestra ruta.
Primer intento.
          Una vez en la Tejería, nos calzamos las botas e, ilusos de nosotros, comenzamos el camino por el bonito bosque que lo acoge hasta que cerca de la ermita de Fabana, nos cruzamos con dos muchachos y nos dicen lo que ya sospechábamos: "el barranco de Calcón es un río infranqueable". Lógico, al buen día que hoy tenemos lo han precedido dos jornadas de intensa lluvia y los cauces bajan con brío.
        Le damos media vuelta a nuestros pasos y valoramos la situación. Varias veces, este camino lo hemos intentado subir con destino al Fragineto y por una u otra causa no ha sido posible llegar al objetivo (lluvia, batidas de caza, asuntos laborales, etc.).
Salimos desde Santa Cilia.
         Tomamos la decisión de ascenderlo desde Santa Cilia de Panzano, que aún que un poco más dura la ascensión, tiene una orografía más fiable.
        Sin perder tiempo, nos trasladamos al lugar de salida e iniciamos el camino, la luz del día va acortando y hay que regresar a tiempo.
        Santa Cilia alberga la Casa de los Buitres y algunos días (hoy toca) realizan visitas guiadas al muladar que se encuentra camino del Tozal. El guía alecciona a los visitantes de la vida y obra de los buitres que por cierto, nos sobrevuelan a centenares y es que, listos ellos, saben que hoy toca carne fresca.
 
Muladar de Santa Cilia de Panzano.

Tozal de Cubilars
          Saludamos al grupo y seguimos nuestra ruta, queda mucho y lejos está el gigante Guara. Arriba entre las nubes, a nuestra derecha (norte geográfico), vemos las antenas del Tozal de Cubilars (o Cubillas, o Cubilar o como leches se denomine). Anunciaban cielo raso pero las pocas nubes que se ven, andan por estas latitudes, aunque entre una y otra vemos bonitos paisajes.


Una de las charcas de Fondarrés.
         Pese a todo, hace calor, la temperatura y la humedad reinante, nos hace sudar al paso de las charcas de Fondarrés. Además ya llevamos cerca de 800 metros de desnivel subido y nuestros cuerpos, no ajenos a sus años de existencia, nos piden hidratarnos y echar a la boca un poco de fruta.
Pero como somos parte activa de "Os estalentaos", seguimos la ascensión con el buen humor que caracteriza a sus componentes.

Desvío hacia Cubillar y Used.
             Entre boj, romero y erizón, sigue el camino hacia el destino de hoy.
    Observamos unos espectaculares escarabajos, creo que son el Copris de los Pirineos, de colores metálicos. Llegamos al cruce que marca "Camino de Used" y que en otra ocasión tomamos para subir al Tozal de Cubillar.
         Ya hemos superado los 1000 metros de desnivel y agradecemos que aquí la cuesta se suaviza.
          Pronto nos presentamos en el Collado de Vallemona y poco más abajo llegamos al pozo de nieve del mismo nombre. Este ligero descenso, da un pequeño descanso a nuestras piernas y paramos a retratar el pozo y a los que hasta allí hemos llegado.
Pozo de Nieve de Vallemona.
Con Piedad y Maite. Atrás, las nubes tapan el Tozal de Guara.
Cambio de Fotógrafo, ahora sale Fernando.
Esto sería, en la imaginación, los brazos del gigante de la leyenda.
           Aún queda camino y no es cosa de enredarse mucho en poses y espectáculos, así que miramos arriba y a seguir toca.
        Maite, que andaba algo floja, ha recuperado fuerzas y a paso lento va que te va subiendo.             
      Fernando, que anda sobrado, se nos adelanta y lo encontramos en "la cima" telefoneando a la familia dando explicaciones de su hazaña que por cierto, celebra con una de sus típicas caladas a un pequeño puro que siempre le acompaña. Cuando llegamos nostros, le preguntamos -¿Que haces ahí?
––¡Que ya hemos llegado¡
––¿Andeee?- 
––¡Al Tozaaaaal!–– y Piedad que se conoce el terreno le apunta:
––¡Que no, que eso no es, que es aquello que se ve en la lejanía¡
––¡Cagüen!
Fernando, ¡ahora sí¡
      Y este pico que no se si tiene nombre, es bautizado por el de "Tozal de Fernando".
       Pues nada, seguimos la larga y dura ascensión por un bonito cordal que nos muestra al norte la cordillera pirenaica, cubierta de nubes y al sur la hoya de Huesca con la sierra de Alcubierre, al fondo, de la que destaca el pico de San Caprasio.
      Finalmente, tras el último y fuerte repecho, hacemos cima y ahora sí, Fernando merece ser retratado junto al mojón que señala el lugar. Todos hacemos lo propio, a la vez que observamos los alrededores.

Video llegada a la cima.
Muy, pero que muy bien acompañado.
            Nos asomamos hacia el collado de Petreñales y vemos el Fragineto, pendiente de subir cuando las condiciones sean favorables. Al norte, allá abajo se encuentra Nocito y Used, otros de los puntos de partida para atacar este pico. Queremos ver más paisaje hacia el sur, pero una nube nos tapa el espectáculo. Sacamos de nuestras alforjas el condumio y bien regado, lo comemos con voracidad. 
Esta, no venía en el grupo
         Y no hay tiempo para siestas ni entretenimientos, hay que bajar con tiempo suficiente por si algún incidente nos echa la noche encima.
        Descendemos por el camino andado. Unas cabras llaman nuestra atención, son cabras asilvestradas que el abandono de los pueblos y corrales, hace unos 40 años, dejó campando por estos montes. El problema de las cabras es que suelen adaptarse muy bien a la vida silvestre y multiplican su número constantemente, además ese problema se agrava porque hay una pequeño núcleo de cabra montés en la sierra con unos 50 ejemplares que parece que empieza a desarrollarse, por lo que podría peligrar la pureza de la especie montés, cruzada con estas cabras domésticas.
          Con gran rapidez, seguimos el descenso, los buitres ya han desaparecido. Abajo ya vemos Santa Cilia y en menos de tres horas estamos en el coche, cambiándonos de calzado y celebrando que una vez más, hemos logrado nuestro objetivo sin ningún contratiempo, celebración que repetimos en el camping de Panzano con unas jarras de cerveza (yo una caña que no termino por eso de ser conductor).
         Una dura pero gratificante jornada que sin ser tan espectacular como las altas montañas del Pirineo, no envidia en nada en cuanto a su exigencia física y, no nos engañemos, la sierra de Guara tiene un encanto especial que te hace volver una y otra vez por sus variados enclaves, Además, ahora que conocemos su leyenda,...
Hasta pronto
Mapa del recorrido.

Perfil: Desnivel acumulado, 1470 m. Distancia:23 Km.  Hay que añadir el regalito de la Tejería.

 

6 comentarios:

  1. Si algún día quereis repetir, desde Bentué de Nocito la subida aún es más bonita, según mi opinión.

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  2. Gracias Oscar por tu comentario, valioso donde los haya. Son varias las rutas que llevan a tan impresionante cumbre, solo que como andamos siempre justos de tiempo (nietos, padres, perro, etc), esta vez elegimos la cara sur por la proximidad a Zaragoza, No obstante, como el Tozal no se moverá, habrá que subir por la cara norte en cualquiera de sus rutas y la de Bentué está en cabeza de lista. Un abrazo para Ana y los chicos.

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  3. Cuanto tiempo tardasteis en subir desde santa comía de panazano ?? Tengo entendido que desde nocito es más dura la subida es verdad ???

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  4. Jimmy: Desde el mismo pueblo de Santa Cilia de Panzano y contando conque no solemos ir muy deprisa por el monte, nos costo un poco menos de cinco horas, el descenso lo hicimos en menos de tres horas. Con buenas piernas, se puede hacer en una hora menos. Si en vez de salir del pueblo, sigues con coche hasta un aparcamiento que hay más adelante, te quitas un buen tramo de pista. Desde Nocito hay algo menos de desnivel pero también se las trae. Desde luego la cara norte es más bonita, pero para los que vamos de Zaragoza, hay que recorrer menos kilómetros de carretera. Además, nosotros elegimos la cara sur, porque el día anterior había llovido a cántaros y aun así, ya ves por la crónica, que tuvimos que dar media vuelta en el primer intento por el barranco de Calcón, que también es un poco más suave y más atractiva la subida.
    Hay varias rutas para subir al Tozal de Guara, es cuestión de gustos.

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  5. Pues te agradezco mucho por la informacion, me gustaría mantener contacto por que tengo un grupo pequeño de amigos que nos guata este tipo de cosas y solemos salir una vez al mes al pirineo o a la sierra de guara si os animáis y nos podemos juntar para ir más gente, mil gracias nuevamente

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