lunes, 9 de marzo de 2015

IBÓN DE ESTANÉS CON RAQUETAS

Día 7 de Marzo de 2015

Riada del Ebro.
Parece que el tiempo nos ha dado un respiro en este interminable invierno, que poco a poco nos va diciendo adiós. En estos últimos días, la naturaleza ha mostrado toda su energía: en la costa, el mar ha puesto a prueba a más de un dique; en la montaña se ha batido récord de nieve; y en el llano, el Ebro nos ha recordado que clase de río es. 
"Querido Río, desde Fontibre al Mediterráneo, tú que has enriquecido las tierras que riegas, tú que has dado de beber a las caballerías y a sus amos, tú que, mientras fuiste río, bañaste nuestros cuerpos en esas tardes lúdicas de mes de Julio (en Agosto, nos llevaban a Salou), tú que has sido víctima de mil y una agresion que hemos ocasionado en el serpentear de tu bravo recorrido, tú que has sido protagonista de batallas y coplas, tú, Rio Ebro, nos has dado una nueva lección, que no sé si aprenderemos".
Gave d´Aspe.
Saliendo de Zaragoza, los cerca de veinte esbarristas, con asombro, miramos las consecuencias, por las ventanillas del autobús que conducido, esta vez por "el buen Miguel", nos lleva a las altas tierras del Pirineo. La flor del almendro  indica que la primavera está a caer. Nos detenemos en Villanúa a desayunar y recoger a Javier Lacadena, víctima de saludos, abrazos y felicitaciones por haber alcanzado la cumbre del Aconcagua.
No tardamos en cruzar el moderno túnel de Somport, a la entrada, tal y como indica el protocolo de seguridad, nos detenemos para informar al vigilante de cuantos vamos a introducirnos en las entrañas de la tierra, a la salida creo que somos los mismos, no nos cuentan.
Puente sobre el Aspe
Estamos en Francia, en la Gave    d´Aspe (gave es el nombre genérico que se da a los cursos de agua), lugar en el que Miguel nos desaloja de su vehículo.
Nos colocamos las botas y demás utensilios propios de la actividad a realizar, hoy las raquetas van a ser víctimas de nuestros andares.
La mañana es espectacular, el cielo luce un asombrosos azul ídem, la temperatura es ideal para pasar un buen día. Ya todos preparados, iniciamos el camino en el que pronto vamos a cruzar por "encima de la nieve de encima del puente de encima del cauce del  (paso al castellano) Río Aspe".

Entre hayas.
Una primera rampa, nos introduce en el Bosque de Sansanet, impresionante hayedo que si bien ahora se encuentra libre de hojas, recomiendo visitarlo en el resto de estaciones: la primavera arranca de sus yemas el primer verdor para que, en verano, luzca porte clorofílico y prepare el follaje para el otoño en el que los diversos ocres se adueñan del valle.
Bajo las raquetas, la senda se pierde bajo el gran manto de nieve.
Por improvisado atajo, llegamos al cruce de la cabane D´Escouret, en la que su propietario elabora un rico queso de manera artesanal, eso sí, en verano, ahora esta cubierta por la nieve.
Ejército Esbarre.
Poco a poco, conforme vamos ganando altura, el bosque va desapareciendo, las cuestas y la temperatura nos invitan a deshacernos de algunas prendas.
El manejo de las raquetas y del propio físico, coloca a cada cual en su sitio dentro de la formación típica de Esbarre. 
Sin darnos cuenta, sin sentir ninguna emoción extraña, sin alterar el curso de la historia, hemos cruzado la frontera que separa (o une) a España y Francia. "Tras tal acontecimiento y una vez regresados a casa, recordaré como los pobres son más pobres y los ricos más ricos, tanto en las Galias como en la Hispania, ¡ya ves!".
A contraluz.
Ahora vamos por la GR-11, que hemos encontrado a nuestra izquierda, la nieve refleja el sol hacia nuestros cuerpos, lo que multiplica sus efectos.
El grupo se va estirando, de vez en cuando la cabecera realiza alguna que otra parada "modelo HP", para reagrupar lo irreagrupable. Los últimos en llegar,  echan un ¡mecagüen!.
En el Sur, sobre el circo del Aspe, junto al pico del mismo nombre, sobresalen el Llena de la Garganta, Zapatilla, Llena del Bozo...
A los montes más cercanas, echo mi vista por si diviso algún sarrio, que por estas latitudes abundan, pero no hay suerte, seguro que han madrugado más que nosotros.
Macizo del Aspe.
Ibón de Estanés.
Tras un pequeño esfuerzo por las nevadas cuestas, vamos llegando al Ibón de Estanés que a estas alturas se encuentra totalmente blanco, sus aguas soportan una buena capa de hielo y nieve, incluso es transitable, cosa que comprobaré al regreso.
Poco a poco, nos reagrupamos y decidimos acercarnos a la otra orilla, en la que este lago aragonés vierte sus aguas sobre los Hautes-Pyrénées, ejemplo claro de que a la naturaleza le importa un bledo los discursos de algunos personajes, amigos de crear barreras de discordia.


Blanco y azul.
Yo también estuve.
Un grupo que ha madrugado más, se encuentra en el lugar, el mismo que nosotros tomamos para vaciar ligeramente las mochilas de su carga alimenticia. Nos asomamos al lado opuesto del que hemos subido por ver si encontramos las escaleras que suben, (o bajan, según se mire) al Valle D´Espelunguere. Imposible, la nieve lo cubre todo y asomarse a una pared de 300 m., ¡mejor que no!. Al norte, surge espectacular el Pico Acué alimentando con sus lágrimas de nieve, el Aragón Subordán, cuyo culebrear, genera uno de los sitios más entrañablemente bellos del Pirineo: "El Valle de Aguas Tuertas". Antes de iniciar el regreso, solo queda hacernos la foto del grupo.
Los D´Esbarre.
¡Que no es así!
En la bajada, una ligera brisa la recibimos con gratitud, el sol reflejado en la nieve calienta de lo suyo. Algunos, los más osados, decidimos darle un poco de emoción a la cosa y como cabras descarriadas, abandonamos la presunta (esta palabra, me suena) senda y decidimos acortar algún tramo por pendiente más fuerte  entre las peladas ramas de las hayas. Queda demostrado, en esta disciplina, que alguno debería usar "tres raquetas".
Nos detenemos en el cruce de la cabane D´Escouret, para reagruparnos. En los alrededores, unos mozalbetes están haciendo iglúes.
Maite y Javier, cruzando el puente que...
Aun así, una vez reiniciada la marcha, hay quien se empeña en equivocar el camino, son ovejas descarriadas con raquetas en las extremidades inferiores.
Ya se escucha el rumor de la "Gave D´Aspe", sus aguas bajan transparentes, limpias, con el caudal propio del deshielo que en estas fechas comienza a alimentar y a protagonizar la vitalidad de la naturaleza, allá abajo, en los valles, veremos como se comportan los ríos y "como lo hacemos nosotros" sus moradores.
En el parking nos espera Miguel, con las puertas del bus y generosidad, abiertas.
Para no perder la costumbre, paramos en el mismo lugar de la mañana, asaltamos la soleada terraza, sacamos los bocadillos de su habitáculo y, jarra en mano, nos entregamos en cuerpo y alma a "cometer pecado capital" con nuestra fuerte carga de gula.
Vuelta a la realidad: Me hago cruces de como hay quien con un sueldo de 300 euros al mes, puede pasar 14 días en Vaqueira (o Baqueira), en su casa de millón, cuya frase promocional dice: "En Residencial Val de Ruda hallarás toda la tranquilidad que siempre has deseado". Se trata de Luis Bárcenas (del que ya escribí en una ocasión), uno más de los elementos corruptos que andan "hallando toda la tranquilidad que siempre han deseado". ¡Me voy!
Hasta pronto.

Dejo más fotos a tu disposición, aquí.
Y el track para GPS, aquí.
Datos técnicos:
Recorrido.

Perfil: Distancia, 9,13 Km. - Desnivel acumulado de ascenso, 586 m, de decenso 586 m.

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