domingo, 15 de febrero de 2015

¿BARRANQUISMO EN ZARAGOZA?

Día 14 de Febrero de 2015 (Día de los enamorados)
Trangas y Madamas en el Carnaval de Bielsa.
Fin de semana con el calendario cargado de celebraciones, el carnaval y el amor destacan sobre cualquier otro acontecimiento que pudiere ensombrecer este apasionante (o apasionado) día. Hay quien dice que el origen del carnaval viene de la iglesia católica medieval cuando se señalaba el momento de dejar de comer carne durante la cuaresma. Otra opinión, algo más pagana, dice todo lo contrario, o sea que "había que darle gusto a la carne". No digo a lo qué un servidor se apunta, es obvio, pero lo cierto es que se ha convertido en una fiesta tradicional en la que el disfraz esconde el rostro del pecador (o no).
"Cornelio, trangas, madamas, osos" en el de Bielsa; "las escuelas" do Brasil; "el colorido y ritmos" de Canarias; "las chirigotas" de Cádiz; incluso aquí en la Zaragonia, hay quien se atreve a combatir el frío con lo más variado del disfraz y que conste que hasta mis nietos se disfrazan con atuendos de lo más variado, la verdad es que "cualquier trapito" les queda bien (palabra de yayo).
S. Valentín.
Y que decir del "Día de San Valentín". Aunque ha sido el comercio el que a mediados del siglo XX, lanzó el tema para llenar sus arcas, dicen los historiadores, más o menos creíbles, del amigo Valentín, sacerdote para más señas, que allá en el siglo III (aun no se había inaugurado "elcorteingles"), el emperador Claudio II, prohibió contraer matrimonio a los jóvenes (solteros, eran mejores soldados), pues eso, que el cura montó una agencia matrimonial clandestina, en un local de Roma. Por enredar, le encarcelaron y, posteriormente, ejecutaron un 14 de Febrero de un año de aquellos tiempos.
Grullas.

¡Y nosotros sin planes!, ni de carnaval ni de regalos corteingleses, vamos que los anuncios de TV de las mil y una fragancias con que regalar a tu amado o amada en tan señalado día, no ha entrado en nuestros corazones (ni en nuestro bolsillo). Bueno, corrijo, Maite y quien suscribe, se han disfrazado con las galas de monte y se han regalado para San Valentín una mañana de encanto, de esas que enamoran, en las que el perfume brota del tomillo y no de la muestra que una señorita tras otra te ponen en las narices, una mañana en las que las grullas sobrevuelan por encima de nosotros, una mañana en la que "el silencio ha entonado la más hermosa canción de amor".
Castillo de al-Marya.
La mismísima orilla del río que da apellido a la población de María de Huerva, partimos por un sendero que en pocos momentos nos traslada al castillo de "al-Marya", de origen árabe que se alza sobre un cerro ubicado a las afueras del pueblo, en un acantilado que domina el valle del Huerva. La fortaleza albergó a las tropas de Abderramán III en el año 935 y sirvió en la defensa de Zaragoza contra Alfonso I el batallador en 1118. Tras la conquista cristiana el castillo pasó a manos de los reyes de Aragón, y conoció numerosos dueños. Jaime I lo cambió con Blasco de Alagón en el año 1233 por Morella (ya hacíamos esos negocios). En 1348 fue sucesivamente conquistado primero por los unionistas y después por el ejército real, mandado por Lope de Luna. Finalmente la fortaleza fue a parar a manos de la familia de los Fernández de Heredia, más tarde condes de Fuentes. Su estado ruinoso y la dificultad de adentrarse en él, nos aconsejan seguir nuestro camino.
En el Cabezo del Sillón.
Varios orificios en las rocas, me recuerdan el programa del Monesma "Los secretos de las piedras". La ruta sigue por un terreno en el que el viento y principalmente la lluvia, lo han moldeado como si de un papel arrugado se tratara. De las Planas de María, surgen multitud de barrancos que el agua ha esculpido en  terreno de yesos y arcillas. Nosotros seguimos andando en un sube y baja (de momento, "más sube"), entre matorrales de romero, tomillo, aliaga, enebro y de los que sobresalen algunos pinos y sabinas.
En dirección sur, a nuestra derecha, observamos lo imponente del Barranco de la Dehesa y a la izquierda el Barranco del Cabezo del Sillón.
Al Cabezo del Sillón accedemos por una empinada cuesta, bastante descarnada pero que la salvamos sin dificultad. Su cima se encuentra adornada, como no, por una especie de capilla en la que se encuentran, ¡no una, ni dos!, tres vírgenes del Pilar y un pilar sin virgen (no comment). 
Descendiendo del Cabezo del Sillón.
Impresionante mirador si no fuera por que algunas nubes impiden ver el Moncayo al Norte y los Pirineos al Este. Adivinamos, asomando entre la bruma, los Gratal, Fragineto, Tozal de Guara y alguna de las faldas de los más emblemáticos picos pirenaicos. Un viento fresco, nos invita a bajar, cosa que realizamos por una accidentada senda hasta un cruce en el que confluyen varios caminos, algunos de ellos castigados por el paso de vehículos motorizados de dos ruedas que, afortunadamente, hoy no hemos tenido el placer de sufrir.
Ahora la senda asciende por un pinar en el que salvamos varias cadenas que alguien se empeña en colocar en "su monte". Supongo que el amo las habrá puesto por lo de las motos y no por los que acostumbramos a respetar esos caminos por los que andamos.
Ejemplo de una senda erosionada por el paso de motos.
Las Planas de María.
Alguien debería de poner orden en el monte y educar a las cabras, digo, a los moteros.
No tardamos en alcanzar Las Planas De María, enclave más alto de la ruta en el que los campos de labor agrícola y el viento son los protagonistas. Hacía muchos años que no venía por este lugar y me ha sorprendido la cantidad de aerogeneradores que lo pueblan, vamos, que "Don Quijote se lo pasaría pipa por este campo de gigantes". Todavía quedan algunos neveros de las recientes nevadas.
Rodeamos los campos sembrados de cereal por sus márgenes, la senda transita un pinar, dos metros por debajo de La Plana.
Por el Barranco de la Morera.
La Balsa (ahora seca) de Corralé, es el punto en el que debemos de girar bruscamente hacia el Norte e iniciar lo que da título a esta página: ¡Barranquismo en Zaragoza?.
Estamos en la cabecera del Barranco de la Morera, que vamos a descender en todo su recorrido. Sorprende como a un tiro de piedra de casa, en medio de un agreste paisaje coronado por un montón de molinos y rodeado por pueblos, polígonos industriales y urbanizaciones, se encuentra un paraje como este en el que, una vez en sus entrañas, la imaginación te traslada a algunos otros que en lugares como Guara, hemos visitado.
Pasando un húmedo obstáculo.
El barranco se encañona, su paso en algún tramo se hace con algo de dificultad, las recientes lluvias y vientos han tumbado algunos pinos sobre él, así como desprendimientos de tierra y rocas de yeso.
Van apareciendo algunos remansos de agua que hay que salvar como se puede, unas veces por las paredes laterales, otras pisando algunas piedras, otras poniendo a prueba la estanqueidad de las botas, otras...
El barranco serpentea una y otra vez, cincelando la roca como si fuera papel, lavando su superficie y puliéndola convirtiéndola en liso y brillante alabastro.
El cielo reflejado en el agua.
En el barranco.
Poco a poco, vamos descendiendo, lo hacemos en silencio por ver si divisamos alguna cabra de las que campan por estos lugares y que han dejado huellas al bajar al cauce del barranco a apaciguar su sed.
Poco a poco, el barranco se va abriendo algo, no mucho, ahora su serpentear me recuerda más a una red arterial en la que confluyen otras como los barrancos de Los Pozos, La Salina,  que a su vez han recogido otros, que a su vez... Mejor que explicaciones, dejo una foto aérea de la zona que hemos recorrido como prueba de lo que son los barrancos de la Plana de María.

Arterias de La Plana.
El Bisonte.
En lo alto de las paredes, oímos por primera vez en lo que va de día, unas voces, son unos ciclistas que recorren algunas pistas, otro nos adelanta en silencio, el sendero se va ensanchando y esto anima a los de las dos ruedas a recorrer tan bellos lugares aunque ver, lo que se dice ver, no creo que sea mucho, van con la vista puesta en el accidentado suelo.
Llegamos al Bisonte, un lugar en que una pintura que al encontrarse sobre deteriorada roca podríamos denominarla rupestre. Pero no va asociada a antigüedad y valor histórico alguno, se trata de una pintura moderna de unos pocos años de historia que algún espontáneo ha esculpido por esta zona, cosa que podemos comprobar más adelante al llegar al lugar en el que se encuentra un petroglifo que, supongo, será del mismo autor.
La civilización.
A nuestra izquierda, desemboca el Barranco del Cabezo Sillón, bueno, más que desembocar, ambos se funden en un abrazo (como corresponde al día) para, juntos, verter sus aguas al Huerva.
Ya se ven las casas de María, se oyen unos niños jugando a la pelota, le comento a Maite que tras un día sin nadie en nuestra ruta, ya estamos llegando a la civilización, pero unas ruedas viejas y otros desperdicios en el camino siembran la duda: "¿civilización?.
El cruce del río Huerva, nos devuelve al punto de partida, pero sigue siendo 14 de Febrero, día de San Valentín, estamos en "carnem levare", o sea que...
Hasta pronto.


Datos técnicos:
Recorrido

Perfil: Distancia, 13 Km.; Desnivel de ascenso, 453 m.; de descenso, 453 m.

1 comentario:

  1. Bonito recorrido a tan solo unos minutos en coche de la ciudad, está ruta la hice hace unos años, y me gusto mucho. Lo que resulta "curioso", es que las Planas este considerado como LIC, y se haya construido un parque eólico ... Un saludo

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