martes, 3 de febrero de 2015

RAQUETAS POR LA VAL D´ARAN

Día 31 de Enero de 2015
Puerta del Carmen a principios del s. XX
Un año más y van...(no recuerdo), nos montamos a la clásica salida que el Stadium Casablanca realiza a tierras aranesas. La celebración de la 36ª Martxa Beret de esquí de fondo nos lleva, a pesar de las previsiones climatológicas, a acompañar a algunos participantes y aprovechar el asunto para desempolvar las raquetas de nieve.
Pese a algunas deserciones de última hora, un animado autobús parte de las proximidades de la histórica "Puerta del Carmen", bastión de la resistencia aragonesa en la guerra de Los Sitios.


Sin palabras.
Y buena dosis de resistencia vamos a necesitar para soportar una de las más fuertes nevadas de las últimas décadas.
Lo temprano del día, nos lleva hasta la parada de rigor, con los ojos más cerrados que el cerebro de alguno de los personajes del panorama público.
Arén, pequeña localidad ribagorzana con el corazón aragonés y los pies catalanes, nos acoge en un par de sus establecimientos hosteleros en los que desayunamos con muy buena gana.
El autobús reemprende la marcha en dirección norte, pasamos los 13 túneles de Escales. Poco más adelante, algunos me recuerdan el trekking de los 3 Valls, que por motivos varios, algunos no pudimos realizar, en Julio de 2014.
Unha.
Comienzan a caer algunos copos de nieve, poco a poco la montaña se va vistiendo de blanco, antes de entrar al túnel de Vielha por su boca sur, vemos el refugio de Conangles totalmente cubierto por la nieve. A la salida, allá abajo, Vielha se asemeja a cualquier ciudad alpina con sus calles y tejados de un blanco inmaculado. Al paso por Betrén, Félix recuerda el baño que se dio al terminar el trekking del 2013, el Setau Sageth (te invito a echarle un vistazo aquí).
No tardamos en desembarcar en Salardú, población que como cada año, será cuartel general por este fin de semana y en la que se encuentra la iglesia románica de San Andreu (s. XII) de la que ya di cuenta en pasadas ediciones.
Primeros pasos
Como está cayendo semejante nevada, con buen criterio, los responsables de la sección deciden que los raquetistas que lo deseen dejen el equipaje en el albergue y realicen alguna excursión por uno de los valles de la zona. El resto suben a Pla de Beret con la intención de acercarse al santuario de Montgarri. Me cuentan que por peligro de aludes, deciden darse la vuelta. El resto hacemos dos grupos, para marchar en dirección a Baños de Tredòs por el espectacular Val D´Arriu Aiguamog. Unos suben hasta el embalse del mismo nombre para practicar el arte de la raqueta, el resto, ya diestros en su uso, tiramos hasta el fondo del valle.
Abetos.
Es la enésima vez que algunos recorremos este valle, pero el paisaje de hoy nada tiene que ver con ocasiones anteriores. La intensa nevada que está cayendo pinta de blanco todo lo que nuestros ojos pueden captar. Seguro que sobre ella, el sol vive en el letargo invernal de este último día del primer mes del año, pero la nieve protagoniza el momento que una quincena de aguerridos amantes de la montaña, están viviendo. Dicen los medios, que el frío es intenso, pero nadie se queja de él, todo lo contrario, las cuestas y el placer, arrancan alguna prenda de abrigo de estos humanos.
Con Maite.
Las ramas de los abetos, se rinden ante el peso de la nieve, algunos de ellos adquieren caprichosas formas. El azul negruzco de algún grajo destaca sobre el intenso blanco, y ya se sabe: "cuando el grajo vuela bajo..."
No voy a relatar lo ya relatado en años anteriores, pero pido disculpas por intentar transmitir tan reconfortantes sensaciones, ya volveremos mañana a la realidad, pero hoy, por favor, déjenme soñar. Sueño, tan solo roto por el ir y venir de las motos de nieve, que llevan a los clientes del hotel de Baños de Tredòs.
Baños de Tredòs.
Algunas bordas que se encuentran a uno y otro lado del camino, nos van guiando a nuestro destino al que llegamos tras unas tres horas de caminar.
Nos sirven unas cervezas, caldo caliente para algunos, unos cafés, pero eso sí, el que quiera acompañar todo eso con el bocata que lleva en la mochila, "a la puñetera rue". Esta gente está en la montaña pero la montaña no está en ellos. El sitio es como de película navideña, en la que St. Claus sería el protagonista.
Hay que dejar de soñar, son las tres de la tarde, hay que volver y la luz del día, todavía nos puede abandonar, así que...
Arriú (río) D´Aiguamóg
Nieve en equilibrio.
La temperatura está bajando, se nota en el paso del personal, nos vamos tragando los metros a velocidad de crucero.
La vuelta la realizamos por el mismo camino hasta el desvío que lleva al pueblo de Tredòs. La senda se encuentra totalmente tapada por más de un metro de nieve, las ramas de los árboles la cierran del todo, así que como ha sido idea del menda bajar por ese lugar, clavando el cuerpo hasta la cintura y paleando las ramas para que suelten su carga y se eleven a su posición natural, abro paso al grupo en el que alguno de sus miembros, da con el trasero en la nieve.
¿Perros?, no, ventana de la Pensión Montanha.
Atravesamos las calles vacias de Tredòs, pueblo más alto de la Val D´Aran bañado por el río Garona y puerta del núcleo de Baqueira cuya arquitectura le sienta a tan bello valle, como una "patada en nobles partes".
La margen derecha del Garona, nos conduce hasta Salardú, cuyas luces ya se encienden para alumbrar una animada población en la que esquiadores y demás fauna montañera, transitan sus blancas calles de un lado para otro.

Ya en Tredòs. La foto es de Félix.
Así se sirve el vino caliente.
Tomadas posesiones de nuestras estancias y una vez acicalados para la ocasión, nos dirigimos a la Pensión Montanha a cumplir con esa especie de rito pagano de tomarnos un rico y reconstituyente vino caliente, que la regencia del establecimiento tiene a bien servirnos. El repertorio musical que acompaña la fiesta, se compone del más variado de los estilos: tras el arranque de Félix con la canción  "S'ha feito de nuey", jotas, canciones de tuna, albadas, ye-yes, etc. ¡Vamos! que el "vinillo calentorro alegra el morro".
Por las heladas calles, volvemos al albergue, hay que cenar y tras la cena, toca ascender al piso superior de la litera, por esta vez dejo la planta baja a Maite..."Bona net".
Río Garona a su paso por Salardú.
Datos de la jornada:
Por aquí hemos andado...

...o sea, 16,2 Km de distancia y acumulada una subida de 588 m, lo mismo que hemos bajado.

Día 1 de Febrero de 2015
Vista (a duras penas) de Unha.
La habitación 118, despierta de su letargo nocturno, el resto de dormitorios ya anda de movida mañanera. Desciendo de la planta superior de la litera, cual intrépido rapel, y, legañas fuera, bajamos al comedor en pos del desayuno que nos ponga en forma. La nevada ha seguido acumulando blancura durante toda la noche, la temperatura es más baja que el salario mínimo (que ya es estar baja), el cielo amanece más gris que ayer y, sorpresa, la 36ª Martxa Beret se ha suspendido, el Pla es inaccesible y la organización aplaza el evento para el mes de Marzo.
Nosotros, como la cosa no está para mucha floritura, decidimos calzarnos las raquetas y subir a Bagergue.
Nosotros, también, ¡podemos!.
Somos una veintena los que salimos de Salardú, pronto cruzamos el puente que separa esta población con el encantador pueblo de Unha, uno de los que mejor ha resistido el paso del tiempo y testimonio de ello es su iglesia románica dedicada a Santa Eulalia, con una bellísima torre octogonal, que se alza sobre el armónico conjunto de casas aranesas entre las que destacan Ço de Basteret. En esta casa de 1580 se ubica actualmente el interesante Museo de la Nieve, y en su iglesia se descubrieron los frescos de un maravilloso pantocrátor en los años noventa. Con dificultad, nos detenemos a ver el molino que se encuentra en el barranco del Arriú Unhóla, que es por el que ascenderemos.
¡Y las piernas?.
La senda esta "missing", una buena capa de nieve la ha escondido y las ramas son presas del blanco volumen que las cubre. Tenemos que abrir huella, cosa que hacemos en principio en relevos de tres a los que posteriormente, se suman otros dos voluntarios. Las raquetas se hunden mas de medio metro y hay que mover mucha masa blanca en cada paso, además de aliviar de peso al follaje (vegetal) para que los de atrás, caminen cómodos.
No tardamos en alcanzar Bagergue.
S. Feliú, en Bagergue.
Se trata del pueblo más alto de la Val D´Arán, que a sus 1490 m. nos muestra su  parroquia de Sant Feliú, de líneas primitivas románicas con diversas reformas.
La puerta de poniente está formada por tres archivoltas, enmarcadas en el exterior por un guardapolvo con moldura chequeada. El campanario, es de torre de base cuadrada y cubierta piramidal. Tiene una nave que había tenido vuelta de cañón, con dos capillas por lado, se conservan los arcos. El altar es un antiguo bloque de piedra decorado prerrománico y en una capilla del presbiterio se venera una imagen renacentista de la Virgen.
En el Seixes.
Algunos, la mayoría, nos acercamos al Hotel Seixes, el resto se dan un garbeo por las nevadas y bonitas calles del pueblo. Me adelanto por ver si está abierto y tienen a bien servirnos una inmerecida cerveza, me asomo y llamo con un par de gritos en una desierta recepción y ¡como no!, aparece Carmen que tras refrescarle la memoria de aquella noche que "Os Estalentaos", pasamos en el establecimiento tras la riada del 2013, nos invita a pasar y se sumerge en la cocina a preparar, seguro, una buena comida para sus clientes (tiene una mano que...). Nos atiende su hermana en la mesa desde la que en días sin nubes (hoy no es el caso), se divisan las Maladetas y el Aneto. Nos obsequia con unos frutos secos a los de las birras y unas palmeras a los del café.
Un poco de emoción.
Como nosotros comeremos en Salardú, a la hora prevista nos congregamos en la puerta de la parroquia para iniciar el descenso que realizaremos por el mismo sitio de subida, no es caso de abrir más huellas. El Sancho y yo, decidimos darle un poco de emoción y remover la adrenalina de los que osen seguirnos, tirándonos por un empinado prado en el que la nieve, lo aseguro, en algún tramo me llega hasta el pecho (no se que sería sin raquetas), pues me encargo de abrir cortejo.
La comida, se ha adelantado de horario y a las 14 horas, estamos dando buena cuenta de un apetitosa "olla aranesa" y un asado de cordero muerto al que solo le dejamos los huesos.
El camino, ya abierto.
Ya en el autobús, no me pidan que cuente mucho, la olla y el cordero han hecho en mí (y en los demás) estragos y el sopor se adueña del personal. Una parada de descanso, ya sin nieve y con la seguridad de que el sol existe, vuelvo en mí (los demás, en sí).
Pese a las duras condiciones climatológicas que han acompañado el fin de semana, la cosa no ha podido salir mejor, algunos desertaron por ese motivo, pretendían andar con raquetas por la nieve, en invierno y que "no hiciera frío, que no nevara, que...". Creo que eso se da más en verano.
A los de Stadium, de nuevo reconocerles el esfuerzo realizado y a ti, que has llegado hasta la última línea de este humilde relato, ¡gracias! y...hasta pronto.

Si te apetece ver más fotos de las dos jornadas, enlázate aquí.

Datos técnicos de la segunda jornada:
Corto, pero trabajoso paseo.

2,1 Km + cerveza + 2,1 Km.= 4,2 Km y medio barril. Subida de 220 m. y bajada de lo mismo más la birra.

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